EN LAS CALLES...

19.01.2016 15:22

 

Existe una cantidad de personas que viven en las calles de nuestras ciudades, muchas de estas “echadas al abandono” por cuenta propia, quizás debido a problemas de alcohol o drogas, otras quizás por “problemas mentales”, sea cual sea el razón de cada una de estas personas me doy cuenta de la gran falta de sensibilidad del hombre por el hombre sin pensar en que una de esas persona pudiese ser un familiar, amigo, conocido posiblemente uno mismo que por esa falta de sensibilidad los verdaderos valores humanos se han ido perdiendo día a día. “…la capacidad de amar es infinita- Hugo Chávez -, pero no todas las personas tienen la capacidad de amar infinitamente al ser vivo, actualmente el acostumbramos a valorar mas las cosas materiales que el resto de las cosas que nos pueden hacer mas humanos y menos esclavos mentales por los objetos que tenemos en casa o en nuestras manos a diario. Las personas que viven en las calles normalmente viven tranquilas y acompañadas de un Gato o un Perro, quienes sin interés alguno mas que el amor que reciben siempre están al lado de estas personas día y noche, aunque en algunas partes de nuestro país existen organizaciones y fundaciones dedicadas fielmente a la ayuda de estas personas y de estos nobles amigos (LOS ANIMALES) no es suficiente para crear conciencia al ser humano si no empezamos nosotros mismos a construir en nuestras mentes un mundo de realidades y empezamos a deshacer las cosas que nos distraen haciéndonos olvidar nuestros valores esenciales para crear al buen hombre del mañana, al hombre honesto, al hombre libre y pensante. Amigo o amiga que lee este articulo, tal vez te parezca un poco insignificante, pero no esta demás intentar ser honesto(a) o amigable con una persona o un animal que se refugia EN LAS CALLES para conseguir alimento, piensa en su situación, ponte en su lugar un momento y reflexiona antes de rechazarle o golpearle, ellos al igual que tú, al igual que yo, al igual que todos los demás, ellos también son seres vivos y merecen respeto.

 

Por: Rhotmans Arteaga

—————

Volver